La situación de emergencia continúa en Acapulco.

El paso del inesperado huracán Otis dejó devastada la ciudad de Acapulco y otras zonas de la costa de Guerrero donde la principal actividad es el turismo; de acuerdo con un censo propio, se estima que alrededor del 80% de hoteles tienen su infraestructura devastada y un 20% tuvo afectaciones leves y podrá seguir operando. Para atender la situación de los hoteles, los saqueos y recuperar empleos, se estima que se requerirá una inversión entre 200,000 y 300,000 millones de pesos.

Por ello, los empresarios junto con las organizaciones de la sociedad civil, y las autoridades abiertas a la colaboración, seguiremos trabajando por la reconstrucción de Acapulco.

Desde Coparmex, trabajamos de la mano con otros organismos empresariales para desarrollar un plan a corto, mediano y largo plazo que nos permita impulsar una reconstrucción ordenada, segura y sustentable.

Además, estamos encabezando diversas iniciativas de negociación con organismos internacionales para buscar financiamientos destinados a catástrofes e incentivar la creación de empleos temporales para las personas del sector turismo.

También, nos sumamos a la iniciativa de Transparencia Mexicana “Arrecife para Acapulco” desde la cual se vigilará la transparencia en el uso de los recursos públicos, con la finalidad de incidir en que se usen de la mejor manera: los programas sociales, la entrega de canasta básica y enseres domésticos, así como los apoyos a negocios deben ser transparentados para inhibir algún tipo de desviación, uso indebido (sobre todo con el proceso electoral) y evitar a todas costa que no haya corrupción.

Y aunque reconocemos el Plan de reconstrucción encabezado por el gobierno federal y estimado en 61,000 millones de pesos, nos parece que el costo será cuatro o cinco veces mayor y que los legisladores desaprovecharon una oportunidad muy valiosa de establecer más recursos para la reconstrucción a través del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2024, el cual, además, incluye un déficit presupuestal de 1.7 billones que nos traerá deuda y desafíos fiscales complejos para el futuro nacional.

Consideramos que no asignarle recursos adicionales a Acapulco es no comprender la dimensión de la devastación y la gran responsabilidad que tiene el Estado de encabezar este proceso, después de que ya no contamos con el Fondo para la Atención de Desastres Naturales (FONDEN), el cual previamente era la base presupuestal para atender los desastres naturales.

Tampoco coincidimos con que el gobierno federal emitiera el fin oficial de la declaratoria de emergencia, pues muchas zonas del puerto aún no se reactivan y la ciudad y sus habitantes nos siguen necesitando a todos. Y en desastres naturales previos, la declaratoria había durado un mayor periodo de tiempo.

Acapulco necesita servicios públicos, alimentos y oportunidades para recuperar empleos, tenemos que seguir unidos para lograr avances sustanciales para que el puerto recupere su dinámica, y las personas puedan volver a sus actividades habituales en condiciones sanitarias y humanas óptimas.

Los mexicanos somos solidarios y en estos momentos necesitamos seguir unidos y colaborando en todo lo que esté en nuestras manos para que esta emergencia se resuelva de la mejor manera. En C0parmex seguiremos apoyando a Acapulco y buscando aliados porque nadie es mejor que todos juntos. #OpiniónCoparmex

Presidente Nacional de Coparmex

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